Nadie debe alarmarse: no me dedico a echar las cartas como alternativa a la creación de libros ilustrados. Sin embargo, al tirar del hilo de los arquetipos, me encontré con toda una madeja de símbolos relacionados con el Tarot, un sistema antiquísimo íntimamente ligado con el viaje del Héroe y arquetipos históricos como el Rey, la Reina o el Joker, entre otros. Tal como estudiamos en el curso de Cuento de Hadas en Proyectosilustrados.es.
Aunque parezca obvio para otros, personalmente nunca imaginé que jugando a las 7 y 1/2 o al MUS en nuestra baraja moderna existiera una evolución literal de los arquetipos del Tarot. No sabía que el comodín (Joker), al “ir por libre”, no es un producto casual , o que tampoco es casual que el orden de cartas termine en el Rey pasando antes por el Caballero o la Reina. Del mismo modo, la correspondencia entre Oros, Bastos, Espadas y Copas - ( Diamantes, Tréboles, Picas y Corazones) con los elementos Tierra, Fuego, Aire y Agua de los arcanos menores dista mucho de ser una coincidencia.
El Tarot, surgido en la Europa del siglo XIV, se utilizaba originalmente como un juego de naipes con arcanos adicionales —las cartas con personajes simbólicos— además de los cuatro palos tradicionales. Con el tiempo, las barajas se difundieron a lo largo de distintas regiones y su uso se fue desligando de la finalidad adivinatoria, quedándose solo con los palos sin los arcanos mayores.
Esto sentó las bases para la evolución de la baraja moderna, en la que se adoptaron nuevos símbolos y se prescindió de los naipes arcanos, dando lugar a las cartas que hoy utilizamos en todo el mundo para juegos.
En el proceso de simplificación y reducción de información para permitir juegos se fueron transformando los elementos arquetípicos en una abstracción numérica.
Ya sea en la predicción o en la lectura del Tarot, seguramente prestar atención a estos símbolos —ya sea de forma casual o con la convicción de que cada uno encarna un destino o la revelación de un rol interior— nos da una información valiosa de partes oscuras, tanto a quien lee las cartas como a quien las recibe. Si nos detenemos a intentar reconocer el Rey, el Loco o a los Amantes que habitan dentro de nosotros, iluminamos aspectos profundos de nuestro ser y abrimos la puerta a un mayor autoconocimiento. Naturalmente está a cada uno la manera y la creencia de poner esa luz dentro de nosotros mismos.
Carl Jung y Joseph Campbell encontraron en el Tarot una herramienta simbólica que refleja el viaje del héroe, un patrón arquetípico que subyace en los mitos y los Cuentos. Para Jung, el Tarot es un sistema rico en imágenes arquetípicas que representan los procesos internos del inconsciente colectivo. Las cartas, especialmente los arcanos mayores, las veía como representaciones de los pasos y desafíos que enfrenta el individuo en su camino hacia la individuación, el proceso de convertirse en uno mismo, plenamente integrado con sus partes más oscuras y consciente de ello.
Joseph Campbell, en su análisis del "monomito" o el viaje del héroe, describió un ciclo universal que incluye etapas como la llamada a la aventura, el enfrentamiento con el abismo y el retorno con el elixir. El tarot puede ser entendido como un reflejo de este viaje. Cartas como "El Loco" representan el inicio de la aventura, un salto al desconocido cargado de potencial. A medida que el héroe progresa, cartas como "El Ermitaño" simbolizan la introspección y la búsqueda de sabiduría, mientras que "La Torre" podría refleja la crisis y la transformación necesarias para el crecimiento personal.
Para entender mejor de qué hablamos y por qué el Tarot puede funcionar como un gran vínculo entre cuentos y arquetipos perdidos ( o al menos olvidados), revisemos algunas consideraciones:
ARCANOS MAYORES
El Tarot se compone de 78 Cartas, divididos en 22 Arcanos Mayores y 56 menores.
Los Arcanos Mayores son las 22 cartas más significativas del tarot, consideradas el eje fundamental de esta baraja. A través de símbolos y arquetipos universales, describen un viaje espiritual y psicológico que inicia con El Loco (representando la inocencia y los comienzos) y culmina con El Mundo (la realización total). Cada carta encarna una experiencia vital o un estado de conciencia, por lo que su interpretación ofrece mensajes profundos sobre la evolución personal y el entendimiento de las fuerzas internas y externas que moldean la vida.
ARCANOS MENORES
Los Arcanos Menores son las 56 cartas restantes del Tarot, que complementan a los Arcanos Mayores al aportar matices y detalles más específicos en las lecturas. Se dividen en cuatro palos (copas, bastos, espadas y oros), cada uno asociado a un elemento (agua, fuego, aire y tierra). A través de sus números y figuras de la corte, los Arcanos Menores representan situaciones cotidianas, estados de ánimo y relaciones personales, ofreciendo una visión más concreta de los desafíos y oportunidades que se presentan en la vida diaria.
Jung y Campbell también coinciden en que el tarot no es solo un conjunto de símbolos externos, sino un espejo de la experiencia interna del consultante. En este sentido, las cartas actúan como un medio para proyectar los conflictos, miedos y aspiraciones del inconsciente. En el viaje del héroe, el tarot puede servir como guía para interpretar los desafíos y oportunidades que se presentan en el camino. Por ejemplo, el enfrentamiento con el "Sombra" junguiana, un paso crucial en el proceso de individuación, encuentra su eco en cartas como "El Diablo" o "La Luna", que enfrentan al héroe con sus temores ocultos y sus aspectos reprimidos.
Seguiré escribiendo sobre la Historia, los Arquetipos del Tarot y sobre todo de las Ilustraciones de las cartas en las próximas semanas, me encantaría convertir todo ese material en un curso sobre Arquetipos e Ilustraciones del Tarot.
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Un gran saludo y mil gracias por seguir por ahí!
M.